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Cómo un 'chief behavioral officer' puede hacer que mejore nuestra salud
Estos profesionales pueden diseñar estrategias para incrementar la vacunación, el ejercicio físico o reducir el consumo de opioides
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¿Cómo conseguir que un paciente siga una dieta más saludable, consuma menos alcohol o se vacune a tiempo? La figura del chief behavioral officer (CBO) puede aportar mucho en este sentido, según el doctor Manuel Armayones, director de desarrollo del eHealth Center y profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.

El chief behavioral officer —cuya traducción al español podría ser «director de las ciencias del comportamiento» o «responsable de la unidad de análisis del comportamiento»— es una figura habitual en organizaciones del mundo anglosajón, de ámbitos muy diversos.

«La figura del CBO está muy asociada a las grandes empresas: Google, Facebook, Twitter…, todas ellas tienen distintos perfiles que se encargan de estudiar cómo se ejerce influencia en el comportamiento de los usuarios y cómo se diseña ese comportamiento», explica Armayones.

El CBO tiene que contribuir a que la empresa u organización sea capaz de describir, entender y predecir el comportamiento humano. Su objetivo es aportar valor a la organización, ayudándole a que pase lo que la empresa u organización y sus usuarios quieren que pase.

En el ámbito de la salud, su principal misión es «analizar, entender y predecir el comportamiento humano para, a partir de ahí, diseñar estrategias de cambio de hábitos o control de enfermedades lo suficientemente motivadoras para ser efectivas», según el profesor.

El cambio de hábitos como paradigma

En el ámbito sanitario, Manuel Armayones señala que el CBO es una pieza clave en la gestión del cambio, tanto el que afecta al funcionamiento de las instituciones como aquel que quiere promoverse en los pacientes. «En este sentido, el CBO debería estar presente en todas las campañas de promoción de la salud, desarrollando un análisis en profundidad de cuál es el comportamiento sobre el que quiere trabajarse y cómo hacer que ese cambio se produzca. A partir de la información que recibe de los distintos profesionales y departamentos con los que colabora, debe diseñar estrategias que incorporen "disparadores del comportamiento", enfocados a conseguir que esa opción resulte atractiva y efectiva, y así aumente la motivación».

Como ejemplo de esta función, Armayones alude a campañas o iniciativas como el desarrollo de aplicaciones de salud diseñadas para promover la práctica de ejercicio o la adherencia a una dieta saludable. «Se trata de dar un paso más frente a la mera recomendación de unos hábitos o consejos psicológicos del tipo "tener siempre a mano la fruta para evitar picar otra cosa entre horas" para promover la acción. El CBO y su equipo tienen que sistematizar todo esto, concretarlo, experimentar (probar varias opciones o enfoques) e ir al fondo de los mecanismos psicológicos que subyacen a la decisión de hacer ejercicio o comer sano, por ejemplo, para a partir de ahí diseñar modelos con un efecto positivo en el comportamiento de las personas, utilizando para ello elementos persuasivos que apelen a la motivación y huyendo de los "mandatos" o prohibiciones.»

Tal y como señala Manuel Armayones, los CBO participan en el diseño de estrategias enfocadas, por ejemplo, a reducir la ineficiencia, aumentar las tasas de vacunación contra la gripe, prevenir la incidencia de la diabetes tipo 2, mejorar la toma de decisiones clínicas, reducir el consumo de fármacos opioides o controlar la ingesta de alcohol en la población juvenil, entre otras. «No me consta que actualmente exista la figura del CBO en el sistema sanitario español, pero se trata sin duda de un perfil profesional cuya presencia es necesario reivindicar».

¿Cómo convertirse en chief behavioural officer en salud?

En cuanto al perfil del CBO, el doctor Armayones señala que sería el de un psicólogo, «quizás en algún caso también el de un sociólogo», con buenos conocimientos en investigación, en metodología de la investigación y también en ciencia de datos (data science). «Estas competencias y capacidades le permiten conocer las implicaciones que tiene el poner a la persona (y a su comportamiento) en el centro en todas las organizaciones, y eso incluye tanto a las personas de la organización interna como las externas, es decir, los clientes. Todo ello implica actuar con una base ética y supone una gran responsabilidad.»

Armayones reconoce que, a pesar de la relevancia que va adquiriendo esta figura en las organizaciones empresariales, actualmente no existe una formación específica en este sentido, más allá del grado de Psicología, por lo que este es un aspecto en el que debería trabajarse de cara al futuro.

El doctor Armayones analizará a fondo la figura del CBO en una conferencia que tendrá lugar el 25 de octubre, a las 12.45 h, en el Centro Cívico del Carmen de Reus, en el marco de las diferentes sesiones de la jornada Salud y Buen Uso de las Nuevas Tecnologías, que organiza de forma periódica el Colegio Oficial de Psicología de Cataluña.

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