El
sector de la salud se ve enfrentado constantemente a nuevos desafíos y a la
necesidad de fortalecer y perfeccionar sus sistemas en favor de resolver las
necesidades que la población demanda en materia de salud. Desde este punto de
vista, durante los últimos 15 años la historia clínica electrónica ha sido la
protagonista en el proceso de modernización del sistema de salud. Dado lo
anterior, hoy podemos estar hablando de avanzar en los derechos de los
pacientes con el objetivo de facilitar el acceso a la información clínica de
ellos en cualquier centro de salud del país.
El
beneficio que trae la implementación de la historia clínica electrónica se
puede abordar desde 5 ámbitos, el primero hace referencia a que dentro de un
establecimiento o red de salud, se puede saber con certeza cada evento en el
cual el paciente solicitó atención. El segundo punto está relacionado con la
información que fue registrada en cada una de esas atenciones (diagnóstico,
alergias, medicamentos, tratamientos, entre otras cosas). En tercer lugar, la
información que fue registrada sirve como insumo para conocer la historia
médica del paciente, cuarto, esa información puede interoperar con otras
organizaciones, ya sea para mantener la continuidad en la atención del paciente
o para alimentar algún otro proceso y por último para que de forma agregada esa
información sea utilizada para gestionar la organización, investigación o
innovar en nuevos servicios o procesos.
Desde
el punto de vista del paciente, la historia clínica le permite al personal
médico tener a su disposición todos sus antecedentes para disminuir el tiempo
entre la detección de un síntoma y el inicio del tratamiento, así como
disminuir el riesgo clínico en la atención.
Al
respecto es importante considerar que, “la historia clínica electrónica no se
considera como una innovación en sí misma, sino que es la base operacional para
habilitar las capacidades de innovación en las organizaciones de salud. En este
sentido, si bien la implementación y cobertura de la historia clínica ha tenido
un importante avance durante los últimos 15 años, aun no podemos hablar de un
sistema de salud completamente automatizado, por lo que se requiere que la
autoridad siga promoviendo su adopción y disponga de los recursos necesarios
para que los establecimientos y redes de salud avancen en la automatización de
sus procesos”, explica Andrés Segovia, Business Development Manager de
InterSystems Chile.
Desafíos
Actualmente
el principal desafío que tiene el sector salud sigue siendo la integración de
sus niveles locales de atención, incluso antes de interoperar entre redes de
salud y el sistema público privado. En este sentido, el problema se puede
separar en dos, el primero la interoperabilidad de datos clínicos, con el fin
de acelerar el proceso de atención y disminuir las listas de espera, el segundo
la integración de procesos administrativos entre establecimientos de salud,
evitando así el excesivo gasto que se produce producto de la falta de
información para el control de procesos. Actualmente “Hay soluciones que son muy
buenas en atención primaria y hay otras que son muy buenas en hospitales, y la
discusión siempre ha sido como conectar estos dos mundos para que el paciente
tenga una continuidad en la atención, sin embargo, la integración de procesos
no ha sido abordada del todo”, manifiesta el ejecutivo de InterSystems.
A lo
largo de los años se han discutido distintos modelos, tales como la ficha única
nacional, estrategia de historia clínica compartida nacional, la opción de un
modelo a nivel nacional, por servicio, por establecimiento, entre otros. “Creo
que toda esta discusión se ha ido facilitando toda vez que hay soluciones que
hoy permiten integrar todo los niveles de atención en una única solución y no
solo la historia clínica, sino también los procesos. De esta manera lo que ha
ido pasando es que las redes de salud, tanto en el sector público como privado,
están adoptando TrakCare, no solo como solución hospitalaria, sino que también
como una solución única para toda la red, automatizando de manera natural procesos
desde la atención primaria hasta la alta complejidad ”, agrega Andrés Segovia.
Considerando
lo anterior “debemos dejar atrás la discusión conceptual y aprovechar las
tecnologías disponibles para lograr niveles de interoperabilidad reales,
basados en estándares de interoperabilidad internacionales y con los más altos
estándares de seguridad, tanto clínica como informática”, concluye el vocero de
InterSystems.