Recientes documentos del Banco
Mundial y el Foro
Económico llaman la atención sobre la problemática que vive la humanidad
por trastornos mentales como la depresión, enfermedad que según cálculos sufre
aproximadamente un tercio de la población. Los problemas de salud mental no
solamente afectan a quien los padece, sino también a su entorno aumentando el
impacto negativo en sociedad. La falta de inversión o de profesionales, así
como en algunos países de una cobertura territorial más allá de las grandes
ciudades, ha puesto en el uso de la tecnología un posible aliado.
Mientras el desarrollo tecnológico está siendo impulsado por empresas y
fomentado por programas de política pública, entorno a la prestación de
servicios de salud mental media las por tecnologías
encontramos un marco difuso para su implementación. En países anglosajones se
ha dado un impulso a validar, basando en evidencias, el uso de aplicaciones y
desarrollos digitales para el tratamiento de enfermedades de salud mental. No
obstante, la formación de profesionales en cuanto a la interacción mediada por
tecnología, así como dilemas éticos, deontológicos o de regulación en
protección de datos han quedado en un terreno difuso.
La disrupción provocada por una tecnología y conectividad de alcance
masivo poblacional ha dejado atrás paradigmas, modelos formativos y
reglamentaciones. En el contexto de países iberoamericanos, exceptuando Brasil,
se constata una oferta de servicios de atención a la salud mental online sin
medidas que puedan garantizar a la sociedad eficacia, validez o reconocimiento
del profesional que oferta el servicio.
En este marco, en el cual en inglés hay disponible una cantidad de
estudios significativa y foros especializados de debate, surge el 2019 la
asociación Cibersalud. Una organización que enfoca como objetivo el analizar el
desarrollo de la atención a la salud mental por medios digitales, bien sea
terapia online (telepsicología, Ciberterapia…) o el uso de tecnologías para
psicoterapia. Siendo un factor necesario en un mundo global el disponer de una
lengua común para la ciencia, como ha venido siendo el inglés, no es posible
descartar que gran parte de profesionales tiene un limitado acceso a estudios y
herramientas en español, dificultando su implementación.
En el debate sobre si debe reglamentarse para saber a qué atenerse,
investigarse el efecto de tecnologías en la salud mental previo a implementarse
servicios, o esperar a un cambio en las mallas curriculares de estudios
universitarios que atiendan al impacto de la tecnología en la sociedad y la
labor del profesional, deviene interesante abrir un espacio de diálogo
profesional. Más allá de un deber de un organismo o país, el medio de internet
permite que profesionales presten servicios más allá de fronteras físicas, con
lo que es debido el colaborar en definir un marco común que atienda a
particularidades.
El I Congreso Iberoamericano
en Ciberpsicología se centra en impulsar un punto de encuentro entre
profesionales de diferentes áreas, con un objetivo de abrir un diálogo online
entre expertos en salud digital y política pública, telepsicología, validación
de tecnologías para su uso en atención a la salud mental, legislación y
deontologia profesional, así como en nuevas oportunidades y problemáticas en la
salud mental surgidas de la inmersión digital.
Se llevará a cabo en formato online entre los días 11 a 15 de
noviembre, coorganizado por Cibersalud y Psicologia Viva / Psyalive y la
colaboración de Congresse.me en el apartado técnico. Al emitirse en directo la
participación de expertos internacionales desde diferentes países, se facilita que
público profesional y académico puedan conectarse y tener acceso a un
conocimiento en castellano y portugués, que usualmente está reservado a foros
académicos presenciales. Un formato que la tecnología permite, y adaptándose al
modelo digital, con registro sin coste para quienes quieran conectarse a alguna
de las diferentes mesas. Cabe agradecer a ponentes su participación
comprometida con la divulgación, por lo cual resulta viable el presentar a
expertos de la Organización Panamericana de la Salud, consultores en programas
de Salud Digital, investigadores iberoamericanos con importante trayectoria en
centros internacionales y expertas de la práctica profesional que han
contribuido con guías de referencia para el desempeño profesional en
telepsicología, o desarrollado plataformas para ofrecer psicoterapia que
atienda a normativa de protección y seguridad de datos de pacientes.
El organizar un evento con más de 50 ponentes durante 5 días, resulta
un primer paso de cara a lo importante para formalizar el trabajo necesario en
atención a la salud mental en el contexto digital. Este evento tiene como base
el posibilitar interacción entre ponentes y asistentes, programando para el
próximo 2020 una serie mensual de webinars en los que profesionales contribuyan
a divulgar en ámbitos específicos de la salud mental y tecnologías, así como
favorecer investigación en colaboración universidades, empresas, sociedad y
estado. Tal como se ha señalado al principio, hablar de enfermedades de salud
mental, no es solamente referir a quienes la vivencian sino al entorno familiar
y social que no siempre tiene las herramientas para responder.
La solución en sí requiere un trabajo en red, que si bien debería
regular a nivel transnacional la práctica y ejercicio profesional, y en el
ámbito formativo transversalizarse en las mallas curriculares, es competencia
de todas las partes el validar herramientas y prestar apoyo coaligado cuando
ante intervenciones tanto paciente como profesional puedan requerir de
supervisión u otros recursos presenciales. El evento en las mesas plantea a
ponentes sobre oportunidades y dificultades encontradas en su labor, siendo la
pregunta clave qué retos y cómo afrontarlos ven como imprescindible. En este
caso, la demanda de atención de personas que acuden a buscadores de internet
buscando una solución a enfermedades, requiere de usar el mismo medio para
poder brindar no solo múltiples alternativas, sino una base fundamentada e
interdisciplinar que permita elegir con criterio qué herramientas, recursos o
profesionales mediante práctica online pueden dar un debido servicio con
garantías de poder derivar en caso de necesidad.
El crecimiento de recursos digitales y aplicaciones va a requerir de
una acción mancomunada, en la cual ya existen medios tecnológicos para
facilitar su acceso. El reto se antoja grande, no obstante, la tecnología
permite una colaboración y acceso a conocimiento fundamental. Como se comentaba
al inicio, en países anglosajones hay grandes avances y la labor que se inicia
este 2019 tiene como meta hacer accesible el qué tenemos, apuntar a lo que
podemos necesitar, y vincular e integrar profesionales para aportar al cuidado
de la salud mental.
La finalidad del primer congreso incidirá en que una educación de base
sobre uso de tecnología se hace indudablemente indispensable. Invitamos a
profesionales de los diferentes ámbitos de atención a la salud mental, así como
a estudiantes y sociedad en general a compartir del 11 al 15 de noviembre el
espacio que se genera. Y más allá, a colaborar en red para acometer en conjunto
un impulso que permita hacer de la tecnología en su rápido desarrollo, una
herramienta clave en mejorar la salud.