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La salud digital debe integrarse mejor en la educación médica
La pandemia de covid-19 ha acelerado la adopción de tecnologías de salud digital, lo que requiere que los médicos dominen un nuevo conjunto de competencias, pero las facultades de medicina han tardado en adaptar sus planes de estudio
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Las facultades de medicina deben actualizar su enseñanza para incluir educación en salud digital para que los futuros médicos puedan brindar atención segura y equitativa al paciente.

¿Qué es la salud digital y qué sabemos sobre cómo se enseña?

La salud digital abarca el uso de tecnologías como la telemedicina, las aplicaciones para teléfonos inteligentes, los dispositivos portátiles y la inteligencia artificial para brindar atención médica. Estas soluciones digitales están evolucionando rápidamente y tienen el potencial de mejorar los resultados de los pacientes y la eficiencia de la atención. La importancia de la salud digital se ha demostrado aún más con la rápida digitalización de la atención médica observada durante la pandemia de covid-19. Con más consultas de atención médica e interacciones médico-paciente ahora ocurriendo de forma remota, se ha vuelto aún más urgente para las facultades de medicina considerar cómo equipar a los estudiantes con competencias de salud digital. Los estudiantes de medicina deben poder participar de manera crítica con estas tecnologías para que puedan evaluar mejor su potencial para ayudar o dañar y así estar preparados para la práctica futura como médicos.

NHS England publicó Topol Review en 2019, delineando una hoja de ruta para la introducción de la salud digital en la atención médica del Reino Unido. El informe destacó la necesidad de que las facultades de medicina incorporen más competencias de salud digital en sus planes de estudios. Actualmente, muchas facultades de medicina aún tienen que definir la salud digital como un tema clave y, a nivel mundial, no hay consenso sobre la mejor manera de impartir planes de estudio de salud digital. Sin embargo, muchos estudiantes son conscientes de la necesidad apremiante de desarrollar nuestras habilidades de salud digital, con una encuesta de 2020 de las escuelas de medicina europeas que encontró que alrededor del 85% de los estudiantes querían más capacitación en salud digital.

¿Cómo abordaríamos esto como estudiantes de medicina?

Como estudiantes de medicina, usamos aplicaciones y dispositivos portátiles a diario. Sin embargo, estamos menos expuestos al uso de estas tecnologías en el contexto de la atención clínica y nos encontramos mal equipados para enfrentar preguntas clínicas sobre estas herramientas digitales. Por ejemplo, como médicos recién titulados, ¿cómo debemos utilizar los datos de secuenciación genética de empresas que afirman que pueden predecir los riesgos de enfermedad de las personas? ¿Cómo debemos responder a los pacientes cuyos relojes inteligentes indican que pueden tener una arritmia? Además, ¿qué tan confiables son estas tecnologías?

Reflexionando sobre nuestras experiencias como estudiantes de medicina, destacamos tres áreas que los planes de estudios médicos deben cubrir para preparar a los estudiantes para el futuro digital.

Primero, debemos estar equipados con un marco para navegar los dilemas éticos y legales que son exclusivos de la salud digital. En nuestras prácticas clínicas durante el año pasado, hemos observado un aumento en el número de pacientes que envían fotos a las direcciones de correo electrónico del NHS de los médicos para ayudar en el diagnóstico. Esto plantea preguntas sobre el almacenamiento seguro y legal de las imágenes para el médico, la equidad del uso de dicha tecnología en todos los grupos de pacientes y si poner la responsabilidad en pacientes no capacitados para fotografiar con precisión las áreas de interés podría generar incertidumbre en el diagnóstico. Estos escenarios comunes y su complejidad resaltan la necesidad de una enseñanza centrada en la protección de datos y la educación del paciente en la era digital.

En segundo lugar, debemos estar expuestos a la salud digital desde el principio del plan de estudios, con la enseñanza de habilidades prácticas integradas a lo largo de los años posteriores. Los temas clave incluyen tecnología de diagnóstico y monitoreo, herramientas de detección y prevención y terapias digitales. El aprendizaje sobre la fisiopatología tradicional se puede combinar con la enseñanza sobre las tecnologías que se utilizan actualmente para ayudar en el manejo de estas enfermedades. Por ejemplo, aprender a evaluar las aplicaciones de control de azúcar en la sangre que recomiendan los grupos de pacientes y que están certificadas como clínicamente seguras preparará a los médicos para comprender los datos generados por dichas aplicaciones y responder las consultas relacionadas de los pacientes.

En tercer lugar, las escuelas de medicina deben adaptar la forma en que se enseñan las habilidades de comunicación con los pacientes para reflejar el mayor uso de la prestación de atención médica remota desde el comienzo de la pandemia de covid-19. Dado que es probable que el movimiento hacia las consultas virtuales persista más allá de la pandemia, es vital que aprendamos habilidades de comunicación básicas que reflejen este cambio, por ejemplo, aprendiendo sobre consultas remotas y el uso de correo electrónico y mensajes de texto.

Mirando hacia el futuro

La salud digital debe integrarse mejor en nuestra educación médica y desarrollarse en todo el plan de estudios. Como nativos digitales, los estudiantes de medicina deben ser consultados sobre el diseño de la educación en salud digital y debemos impulsar una mejor capacitación dentro de nuestras facultades de medicina. Debemos estar equipados con las habilidades tecnológicas, legales y éticas para prepararnos para un futuro digital y, en última instancia, brindar la mejor atención a nuestros pacientes.

Fuente: Thebmj

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