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Más allá del 2020 en salud digital: tendencias que pueden ser modas
El doctor Frederic Llordachs, cofundador y socio de Doctoralia, analiza las tendencias en salud digital y evalúa algunas de las prestaciones que ya están revolucionado la forma y las posibilidades de innovar y mejorar en atención a los pacientes y la lucha contra las enfermedades
Actualidad

Vivimos en una época de consumo inmediato y de titulares llamativos que luego no lo son tanto. El clickbait mató a la estrella del ensayo. También es una época de recursos limitados, y el principal y único recurso no renovable del que disponemos es el tiempo. En este mundo complejo triunfa lo simple: las listas, o el principio de Pareto aplicado a la atención.

En el campo de la salud, otro indicador que tarde o temprano también empeora para todos, el paso del tiempo nos confirmará si algunas tendencias de salud se hacen realidad en breve.

Consumerización del cuidado de la salud

Se trata de la gran tendencia en la sociedad en la que vivimos: los millennials ya son multitud, la sanidad digital es femenina, según un estudio de Doctoralia, y quiere conseguir una cita online antes de 3 días. Lo que no encuentro en internet no existe, y sobre todo me fío de las opiniones de otros usuarios. El Cluetrain Manifesto ya es una realidad en sanidad: sin opiniones, no hay credibilidad. Y si lo encuentro en internet, lo compro. De hecho, plataformas de ecommerce médico como Clinicpoint venden visitas y pruebas diagnósticas por internet a cientos de personas, pero también lo hacen los grupos hospitalarios privados y los centros médicos.

Asistencia primaria conectada

Las experiencias pioneras en la sanidad pública, como la eVisita catalana, marcan más el camino del futuro de la Medicina Primaria. Según la Asociación Médica Americana, el 70 % de visitas podrían ser resueltas sin presencia física. De este modo, iniciativas pioneras como Blua, de la aseguradora Sanitas, marcan el camino de una sanidad conectada más allá de la citación online. Experiencias como el chat médico de la compañía de salud digital Savia (donde Mapfre, su dueño, invertirá 24 millones de euros en 2 años) marcan el camino de lo que demandan los usuarios: accesibilidad.

Hospitalización domiciliaria para control de crónicos y pacientes pluripatológicos

La monitorización online de crónicos con sensores es posible en patologías de alta prevalencia como la Insuficiencia Cardíaca (estudios realizados en el Hospital del Mar han demostrado una reducción del 47 % de las hospitalizaciones). Startups como Doctivi ofrecen a los hospitales las herramientas conectadas que favorecen el seguimiento de pacientes con esta patología por 25 euros al mes. Hay que tener en cuenta que el coste medio por ingreso de pacientes pluripatológicos está por encima de los 10.000 euros. Para una sostenibilidad del sistema de salud público en una población envejecida y con un gran número de crónicos, este tipo de iniciativas van a tener que impulsarse. Y no solo eso: también van a ser necesarias para reducir el tiempo de estancia en pacientes hospitalizados, siempre por el bien del paciente y en casos claramente establecidos.

Hospitales de alta resolución y corta estancia para enfermos agudos

Un reciente estudio de la Fundación Bertelsmann firmado por gran número de expertos aboga por reducir a la mitad los hospitales de Alemania. ¿El objetivo? Mejorar la seguridad y calidad de la atención a los pacientes. Así, la propuesta pasa por tener menos hospitales, pero mejor equipados. Con esta solución se reducirían las derivaciones y las demoras innecesarias por falta de equipamiento. La tendencia pasa, pues, por dejar de contar las camas de hospital como unidad de calidad sanitaria de un país o región, y contemplar la casuística atendida. Por otro lado, la ambulatorización de procesos reduce las infecciones nosocomiales. Se trata de aquellas contraídas en el hospital y que pueden afectar a entre el 5 y el 9 % de los pacientes, según datos de la OMS. Por consiguiente, el control del paciente, como hemos comentado, mejor en su casa y mediante sensores y tecnología. O dicho de otra manera, la “homespitalización”, como se definió en el Foro de Davos el año 2018.

Asistentes virtuales e inteligencia artificial como vigilantes de salud

En Reino Unido, el NHS ha alcanzado un acuerdo con Amazon para darle a Alexa acceso a la información de sus páginas web para pacientes. De este modo, cualquier ciudadano podrá tener acceso a este conocimiento validado y se espera reducir las visitas al médico. La medida ha despertado tal revuelo que hasta los médicos ingleses protestan por lo que creen puede provocar una reducción en el número de pacientes que acuden a su consulta. Los ingleses ya han sido pioneros en acuerdos de este tipo. El año pasado el NHS de la región de Londres incorporó el “symptom checker” de la startup Babylon Health para consultas sobre dolencias leves. Estos usos de la inteligencia artificial por parte de los pacientes en caso de síntomas son la punta más visible del iceberg de la Inteligencia Artificial para uso sanitario. Como consecuencia mejorarán procesos como los cribajes de grandes volúmenes de datos tanto numéricos (y en tiempo real) como visuales (por ejemplo, en cribaje de cáncer de mama). La inteligencia artificial no sustituirá al médico, pero se convertirá en un fiel e incansable ayudante.

Terapias digitales

Las primeras terapias digitales para la mejora del sueño, el tratamiento de la diabetes tipo II, las terapias contra la obesidad adolescente y el cambio de hábitos gracias a la terapia cognitivo conductual realizada mediante programas ya están cubiertas por las aseguradoras americanas y el NHS británico. Incluso la realidad virtual de la catalana Psious aplica ya esta tendencia. La industria farmacéutica evolucionará de fabricantes de pastillas a socios de los financiadores en el momento de proporcionar salud a los pacientes. Esto implica el uso de herramientas digitales y sensores que optimicen tanto la adherencia como las dosis de medicamentos, así como el diseño de nuevos servicios. La compra de MySugr por Roche es el pistoletazo de salida, pero hay otras empresas en camino de convertirse en terapia digital de los pacientes, y, por tanto, en socio necesario de los financiadores sanitarios privados y públicos.

Esalud en sanidad pública

En un entorno de plena interoperabilidad de las autonomías con la receta online, el historial electrónico y cita online para la sanidad primaria (medicina de familia y pediatría), las bases están puestas. Falta una completa interoperabilidad entre atención primaria y especializada que englobe la información de los prestadores públicos y la sanidad privada (el 25 % de la sanidad en España), y que incluye colectivos sanitarios no públicos como los odontólogos, fisioterapeutas, podólogos, psicólogos, nutricionistas o incluso farmacéuticos. El marco legal está definido desde 2005 y la tecnología ha evolucionado y se ha abaratado. Se espera que se priorice la coordinación tecnológica entre proveedores sanitarios y sociales, puesto que el impacto sobre el estado de la salud de los pacientes frágiles de su entorno social y familiar es muy alto.

Es evidente que hay otras tendencias y que éstas pueden no parecer especialmente revolucionarias. Pero lo importante es que afectan a más del 80 % de la población y el gasto sanitario. Ahora solo nos queda ver cuánto hay que esperar más allá del 2020 tenemos que esperar para que sean algo cotidiano.

FUENTE: Agencia EFE

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