Es un tema
que los médicos conocen bien: las personas llegan a la consulta después de
haber sido atendidas por diferentes profesionales, o van a una clínica privada
para obtener un diagnóstico por imágenes, pero para recibir atención médica se
dirigen luego al hospital público. También los pacientes saben de qué hablamos,
ya que este peregrinaje los obliga a reunir copias en papel de los resultados
que deben llevar cada vez que se atienden en un nuevo sitio.
La clave
para abordar esta problemática -cuyos impactos van más allá del papeleo extra-
está en la inversión tecnológica y en la simplificación de procesos. Por eso
desde hace un tiempo el Estado nacional apuesta a consolidar una plataforma que
permita interconectar los diferentes sistemas de información existentes en el
país. Una plataforma que contenga todos los datos médicos del paciente y resulte
a la vez accesible y confidencial.
En esa
línea, el Ministerio de Salud de la Nación decidió diseñar junto con la empresa
de software de código abierto Red Hatuna Red Nacional de Salud Digital que
habilita no solo a mejorar la experiencia de los pacientes, sino que además
permite a los centros médicos acceder de forma segura a los datos de pacientes
de distintos proveedores.
A partir de
la Red Nacional de Salud Digital cada ciudadano tiene a disposición una
historia clínica electrónica interoperable y puede acceder a otros servicios
digitales como recetas electrónicas, permitiendo que en un futuro cercano la
información en términos de salud sea propiedad del paciente.
El proyecto
se originó a mediados de 2018, y desde la primera implementación se registraron
ya de forma voluntaria casi tres millones de pacientes de 24 provincias.
Gracias al uso de una interfaz central de programación de aplicaciones, todos
los centros de salud del país pueden solicitar y transferir información que se
verifica con un sistema de identificación cruzada de pacientes en tiempo real.
El desafío informático
Desde lo
técnico la creación de una red digital de este tipo no era tarea fácil: los
registros médicos electrónicos universales requieren de una tecnología
escalable y segura, y las bases de datos con las que el Ministerio contaba se
basaban en soluciones heredadas y poco ágiles, que tampoco podían actualizarse
para ofrecer las funciones de integración que hacían falta.
"El
Ministerio se enfrentó con la necesidad de automatizar tanto el flujo de las
estadísticas de la salud pública como la gestión de los sistemas subyacentes.
Por eso se buscó crear una infraestructura de TI flexible y estable, basada en
tecnología de contenedores y microservicios que habilitara la escalabilidad en
el corto plazo", recuerda Fernando Núñez, director de Sistemas de
Información del Ministerio de Salud de la Nación.
Lo que viene
A partir de
esta nueva Red Nacional de Salud Digital la Argentina puede ahora seguir en la
búsqueda de soluciones que mejoren la experiencia de los pacientes. De hecho,
se está en proceso de implementar un estándar nacional de prescripciones
digitales que permitirá a los médicos expedir recetas, corroborar las
interacciones con otros proveedores y compartirlas de forma digital con las
farmacias, para eliminar el papeleo y las verificaciones de cobertura.
Según
Núñez, los pacientes que deban viajar para someterse a tratamientos por
enfermedades crónicas recibirán atención médica de especialistas con acceso a
toda su información en materia de salud, mientras que los proveedores de
distintas ciudades podrán colaborar para garantizar a los pacientes la más alta
calidad de atención.
Claro que
la escalabilidad del sistema es clave para el éxito de la nueva red digital, de
hecho se prevé un aumento de cerca de 1200% en la cantidad de transacciones de
historiales clínicos para fines de 2020. No obstante, la nueva infraestructura
basada en contenedores y microservicios está preparada para enfrentar el
desafío que supone este rápido crecimiento.
En cuanto a
la confidencialidad de los datos, Núñez explica que también con este factor
tuvo que ver la elección de la tecnología de Open Source, "que al estar
sujeta al escrutinio público constante de los miembros de la comunidad, desde
los desarrolladores individuales hasta los colaboradores más importantes, como
Red Hat, ofrece un método cifrado, protegido y controlado".
Sobre la
base de esta infraestructura desarrollada para la Red Nacional de Salud Digital
se diseñó el tablero de control con toda la información oficial y necesaria
sobre el avance del coronavirus en el país para la Sala de Situación que se
encuentra dentro del Ministerio de Salud. Este tablero se generó cruzando datos
de todos los organismos provinciales y permite, entre otras cosas, distinguir
los casos fatales con enfermedades preexistentes, observar la evolución del
porcentaje de positividad de las muestras realizadas y analizar los índices de
mortalidad, segmentado por provincia, por género y grupo etario. El tablero
también visualiza datos estratégicos, como el porcentaje de camas disponibles y
la situación de salud del personal médico, informando quiénes fueron
contagiados en servicio. Esta metodología de seguimiento, además, podrá ser
utilizada en el futuro para el análisis de situación de otras epidemias, como
el dengue o los nuevos brotes de sarampión.
La solución
Durante su
búsqueda, el Ministerio optó por adentrarse en la tecnología de Open Source.
"La tecnología de código abierto significa colaboración entre distintas comunidades
de ingenieros y desarrolladores. El software que alguien crea en una parte del
mundo se encuentra disponible para todas las demás personas que tienen los
mismos problemas, lo cual implica que todos pueden trabajar como equipo para
una mejor solución", afirma José Luis Leturia, director Regional para
Sector Público de Red Hat.
Al mismo
tiempo, era necesaria una solución capaz de proporcionar las funciones y el
rendimiento adecuado. Para poder satisfacer ese requerimiento, Red Hat ofreció
la tecnología de Open Source empresarial y la consultoría práctica de expertos
para combinar el potencial de herramientas tecnológicas modernas con una
cultura de trabajo distinta, que genere nuevas dinámicas y procesos. De esta
forma, se apostó a una plataforma nativa en la nube, con gran parte de sus
operaciones automatizadas, que posibilite la integración entre las bases de
datos de los proveedores de atención médica y el sistema de información del
Ministerio de Salud de la Nación.
"La
historia clínica electrónica unificada es un hito en la historia de la salud
pública argentina. Se había intentado hacer esto durante años, en pos de
alcanzar la difícil interoperabilidad entre distintos formatos correspondientes
a cada centro de salud. Hoy en la Red Nacional de Salud Digital no fue
necesario el cambio el software, ni la base, ni la plataforma que usa cada uno
de los proveedores de salud", indica Fernando Núñez, y agrega: "Ahora
no necesitamos un mismo formulario, sino que la plataforma puede tomar diferentes
planillas con diversos formatos, integrar los datos y hacerlos legibles. Es la
primera vez que en Argentina se pueden juntar todos los datos de distintas
fuentes".
Con esta
tecnología se logró al fin interoperar con distintos formatos, integrando
información de diferentes fuentes y cumpliendo con estándares de información de
salud, sin que los hospitales y proveedores de salud tengan que cambiar su
infraestructura de TI.
FUENTE: La Nación