Pero la
COVID ha cambiado la manera cómo hemos tenido que relacionarnos médicos y
pacientes. En muchos de los casos ha afectado al contacto directo y la
comunicación. Fruto de todo esto ha surgido la necesidad de establecer
mecanismos coordinados para poder dar respuesta, de otra manera, a todos los
interrogantes que puedan surgir. Las soluciones de salud digital se han
convertido en un prometedor enfoque capaz de abordar este nuevo desafío.
Para la
Organización Mundial de la Salud (OMS), el coronavirus no ha sido más que un
acelerador a una realidad que empujaba desde hace ya varios años. Incluso antes
de la aparición de esta enfermedad, la salud digital ya se consideraba “una
prioridad sanitaria emergente y estratégica” capaz de hacer que los sistemas de
salud sean más eficaces. De hecho, la OMS ha identificado la salud digital como
una de las palancas para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS).
Tecnología que humaniza el
hospital
Aunque no
se puede cambiar la razón por la que un paciente tiene que estar en el
hospital, sí puede usarse la tecnología para hacer que su experiencia sea más
cómoda. Y pese a que el término tecnología no suele asociarse a aspectos
emocionales y anímicos, la unión de digitalización y humanización puede mejorar
la asistencia sanitaria. Así como los espacios comerciales o lugares de trabajo
continúan adaptando la tecnología para ayudarlos a operar de forma más
eficiente, existe también un creciente interés en la transformación y
digitalización de los hospitales.
Buena
prueba de ellos son los distintos canales no presenciales que han puesto en
marcha algunos hospitales como la Fundación Jiménez Díaz o los hospitales
universitarios Rey Juan Carlos
(Móstoles), Infanta Elena (Valdemoro) y General de Villalba (Collado Villalba),
todos ellos integrados en la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid.
Hablamos de iniciativas como la información online, el formulario de personas
autorizadas para acompañar o ser informadas y, como estrategia destacada, la
habitación digital o Smart Room.
Estas
iniciativas digitales han permitido durante todo este tiempo que llevamos con
el coronavirus respetar los protocolos que han establecido las autoridades
sanitarias, como las restricciones de acompañamiento en los centros sanitarios,
para prevenir el riesgo de contagio pero sin olvidar el trato más humano y
cercano de la asistencia.
La idea no
es, ni mucho menos, que las máquinas sustituyan a las personas, sino que el
sistema sanitario se beneficie de la tecnología para ofrecer una atención más
completa, personalizada y humana.
Habitaciones de hospital
digitales
Transformar
las habitaciones de los hospitales para mejorar la experiencia del paciente
antes, durante y después de su ingreso significa aprovechar la tecnología como
dispositivos electrónicos, tabletas, red de comunicación WiFi, teléfonos
inteligentes, etc. Estos dispositivos entre las paredes de un hospital pueden
ayudar a brindar atención y recursos al paciente en cualquier momento. En el
caso de los hospitales anteriormente citados, todos estos avances se han
integrado en su Portal de Paciente, una herramienta que desde principios de año
han usado casi 1,6 millones de usuarios y que, entre otras cosas, permite contactar
en línea con los médicos.
El paciente
ingresado en una habitación digital puede, desde su tablet, consultar pruebas,
citas, informes médicos y resultados en tiempo real, así como recibir
recomendaciones médicas que le permiten ayudan en su recuperación de manera
activa.
Pero lo más
destacado es, sin duda, la comunicación. La persona ingresada puede ponerse en
contacto con el personal de enfermería por videollamada para consultarle
cualquier duda o petición y este puede supervisar al paciente desde el puesto
de control o desde un móvil, sin tener que acudir y desplazarse a la habitación
cuando esto no es necesario. Este aspecto favorece la atención de necesidades
en menor tiempo y optimiza el uso de equipos de protección individual y
exposición si no se requiere en ese momento la presencia física el profesional,
sino la atención a una consulta o duda.
También
tiene la opción de navegar por internet o ver la televisión. Gracias a que la
habitación está dotada con domótica, el paciente puede controlar con la voz
acciones como encender o apagar las luces.
Pacientes y médicos unidos
por la tecnología
Los avances
en la tecnología hacen posible que los médicos y profesionales asistenciales
puedan dedicar menos tiempo a trabajos administrativos y más a hacer lo que más
necesitan hacer: cuidar de los pacientes. Algo fundamental en el momento
actual, en el que las restricciones de visitas y acompañantes impiden el
contacto directo con familiares, lo que puede afectar a su estado emocional.
Una videollamada en tiempo real entre el paciente y el profesional y la familia
facilita el contacto y hasta puede influir en la recuperación del paciente.
Solo en las
tres primeras semanas del pasado mes de septiembre, en las habitaciones
digitales de los cuatro centros hospitalarios citados se realizaron más de 600
conexiones con el Control de Enfermería y más de 2.000 videoconferencias. Estas
cifras demuestran la buena acogida que ha tenido esta iniciativa, que
simplifica las tareas más rutinarias al personal del hospital.
FUENTE El Diario Salud España