De todo
ello se habló en el debate virtual «Transformación Digital del Sistema
Sanitario y la Medicina del Futuro», organizado por A TU SALUD y la Fundación
Instituto Roche.
«A lo largo
del tiempo, nuestro objetivo fundamental ha sido traer al presente la Medicina
del futuro y para ello resulta imprescindible impulsar esta transformación
digital –aseguró Federico Plaza, vicepresidente la Fundación Instituto Roche–.
Porque la Medicina del futuro está basada en la salud digital, en el uso de
grandes cantidades de datos para hacer mejor investigación, con más calidad, en
menos tiempo, con menos riesgos, para hacer mejores diagnósticos de precisión y
abordar de una manera mucho más individualizada el tratamiento de los
pacientes».
Pero
transformación digital no es solo digitalizar los sistemas, informatizar un
hospital o tener acceso a la historia clínica electrónica. Hablamos de una
transformación muy profunda, de incorporar herramientas, infraestructuras,
recursos de computación para almacenar datos, tener nodos centralizados y, en
definitiva, poder transformar esa cantidad ingente de información que circula
por el sistema sanitario de una información bruta a otra «inteligente». Y para
ello hay que contar con la inteligencia artificial. «Es un proceso complejo
pero las bases las tenemos: la de generar y almacenar esas grandes cantidades
de datos y su transformación en información útil es lo que va a propiciar la
transformación digital del sistema», aseguró Plaza.
Evaluar su eficacia
De ello
habló Fernando Martín, profesor de Investigación en Informática Biomédica en el
Instituto de Salud Carlos III, quien aclaró que la salud digital no es una
terminología científica, «no tiene un cuerpo de evidencia por sí mismo, sino
que bebe de otras fuentes, agrupa muchas iniciativas que se están haciendo y
tiene que tener su base en diferentes ciencias médicas», dijo.
«Tendemos a
llamar la Salud digital a todo. Pero refiriéndose a como el paciente y
ciudadanos acceden a nuevas tecnologías. No es más que la salud en el contexto
de una sociedad digital. En el futuro la Salud Digital no será más que salud».
Para conseguirlo, en su opinión, «hay una necesidad de evaluar la eficacia
clínica y el impacto económico de estas intervenciones derivadas de la
transformación digital del sistema sanitario».
En este
sentido destacó dos iniciativas, «la británica, que es un conjunto de
estándares de evidencia para tecnologías de salud digital que evalúan la
eficacia clínica y el impacto económico; y la de la Organización Mundial de la
Salud, con sus guías para monitorizar y evaluar intervenciones».
En cuanto a
los indicadores del progreso de esta transformación digital del Sistema Sanitario,
Martín hizo hincapié en cuatro aspectos: «La perspectiva del clínico; el
reporte del propio paciente; la monitorización interna del proyecto; y la
evaluación de los resultados del proyecto». Sin embargo, también apuntó las
trabas existentes para alcanzar este objetivo. Entre estas barreras que están
impidiendo que el sistema sanitario pueda transformarse hacia una Salud
Digital, destacando, por una parte, la necesidad de especialistas en gestión de
datos y, por otra, la de profesionales sanitarios con competencias digitales.
Formar a los profesionales
Precisamente
sobre este problema habló Fátima Al Shahrour, jefa de la Unidad de
Bioinformática del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en su
ponencia «Infraestructuras, herramientas y profesionales: una alianza clave
para la medicina del futuro», quien destacó la importancia de mejorar las
competencias digitales de todos los profesionales sanitarios. «Estamos bien
posicionados, pero necesitamos más profesionales y una iniciativa de Medicina
Personalizada por parte del Gobierno, que España lidere y continúe en la
carrera de la digitalización y Medicina del futuro», aseguró.
Como
ejemplo habló de la iniciativa europea Elixir, «una red formada por 21 países,
entre los que se encuentra España, para fomentar el desarrollo de herramientas
de gestión de datos biomédicos e incorporarlas al sistema sanitario».
En el caso
concreto de España, Al Shahrour señaló la red TransBioNet, puesta en marcha por
el Instituto Nacional de Bioinformática «para fomentar el desarrollo de grupos
de Bioinformática dentro de hospitales e implantar el desarrollo de estas
metodologías». No obstante, prosiguió, «se necesitan más iniciativas y
proyectos pilotos, apoyo gubernamental, integración de los datos para poder
extraer más información y desarrollo de equipos multidisciplinares», pues
«compartir los datos hará que se fomente la investigación trasnacional»,
aseguró la experta.
Y, por
supuesto, sin dejar de lado a los sanitarios: «Hay que fomentar la divulgación
de la formación de profesionales, tanto en las universidades con estudios de
grado como dentro de los hospitales. Es una de las fases iniciales básicas para
la transformación digital», sentenció Al Shahrour.
Seguridad de los datos
El último
en intervenir fue Pablo Serrano Balazote, director de Planificación del
Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, quien abordó «La transformación
digital del modelo asistencial para la Medicina del futuro». A su entender,
«las herramientas digitales son uno de los motores que permiten la innovación y
un conocimiento mayor».
Tal y como
explicó Serrano, «España tiene una de las digitalizaciones del sistema
sanitario más avanzadas de Europa. En todos los hospitales hay un plano básico
de digitalización. El reto aquí es el de la interoperabilidad y estandarización
de los datos», subrayó. Por ello, continuó, «es necesario adoptar una serie de
métodos y herramientas para conseguir la transformación de la asistencia
sanitaria, como llevar al domicilio el hospital; o aprovechar el poder de los
datos del mundo real». Por otra parte, señaló la importancia de «aterrizar la
semántica de los datos hacia una normalización de estos datos y llevarlos a
condiciones de salud concretas».
Como
ejemplo habló del programa EIT heath, una iniciativa europea de colaboración
público-privada para impulsar ideas disruptivas en el ámbito de la salud para
lograr la transformación digital en campos como la atención remota, la
reinvención de los canales de atención al paciente, la prevención, la salud en
el lugar de trabajo o el envejecimiento.
FUENTE La Razón