Desde
los comienzos de la medicina occidental, el beneficio del paciente ha estado en
su centro. Es en esta área donde el juramento hipocrático, que se basa en
brindar el máximo respeto a la vida y dignidad humana, promete también guardar
silencio con respecto a aquello que no deba ser público, manteniendo así el
secreto profesional.
Este
año, la Organización Mundial de la Salud celebra el 17 de septiembre el Día Mundial de la Seguridad
del Paciente, la que gracias al avance de las nuevas
tecnologías y de manera no excluyente, debe velar además por la protección de
sus datos, especialmente en un mundo que cuenta cada día con más herramientas
para su resguardo. Del mismo modo, tiene que contar con ellos para poder dar
continuidad a los procesos de atención y a la toma de decisiones clínicas de
forma segura.
Esto
toma especial relevancia a medida que vamos avanzando rumbo a la
interoperabilidad, entendida como el intercambio seguro de información entre
sistemas, por lo que debemos propiciar los elementos para generar los cambios
culturales necesarios para adoptar estas políticas de seguridad. La
implementación de estas normas de datos de pacientes va más allá de tener un
enfoque reactivo, implica establecer una gobernanza sólida, contar con una
estrategia bien definida y políticas específicas para minimizar los riesgos
asociados con la pérdida o el acceso no autorizado a la información sensible.
A su
vez, se debe fomentar y buscar la participación de los pacientes y las
familias, como está consagrado en la resolución WHA72.6,
"Acción mundial en pro de la seguridad del paciente", donde se busca
sumarlos en la toma de decisiones clínicas y se llama a seguir invirtiendo en
información sanitaria fácilmente accesible, precisa, fácil de comprender y
basada en la evidencia, en particular a través de internet.
Tomando
todo esto en cuenta podremos dar continuidad a los procesos de atención y de
esa manera realizar mejores decisiones clínicas. Debemos trabajar y hacer
nuestros mayores esfuerzos desde todas las áreas involucradas para garantizar
que los datos de los pacientes estén protegidos y que especialmente la salud de
todos los involucrados esté en las manos más capacitadas.