En 2024, el panorama mundial de los cuidados de la salud parece estar preparado para enfrentar varios cambios transformadores. Los principales motivos de estos cambios son los avances tecnológicos, la evolución en las expectativas de los pacientes, y un renovado interés por la salud pública. A continuación, un resumen de lo que puede esperar este año.

Estado actual de los cuidados de la salud en Latinoamérica

En una región en la que el 70% de la población depende del sector público para su atención sanitaria, el contexto económico es fundamental para comprender el estado y la evolución de los servicios de salud. En primer lugar, es importante tener en cuenta que se trata de una región con un enorme potencial de crecimiento.

América Latina registró un crecimiento del PIB del 2,3% en 2023, superando el crecimiento de la mayoría de las economías desarrolladas. La región está preparada para un año similar no sólo en 2024, sino también después. Es probable que esto se deba a la ola de nearshoring y a la demanda acumulada de recursos naturales, en concreto el cobre y el litio utilizados en la producción de vehículos eléctricos.

Tendencias emergentes

Junto con este potencial de crecimiento, prevemos varios cambios, tanto tecnológicos como sociales, que impulsarán el futuro de los cuidados de la salud en la región. Estas son algunas de las áreas a las cuales se les podrá sacar partido en 2024:

• • • > El auge de la IA. La inteligencia artificial (IA) desempeñará un papel cada vez más importante en todos los sectores del espacio de la salud, incluyendo la innovación, el desarrollo de productos, la investigación clínica, las pruebas, los diagnósticos, la implementación y las interfaces con los pacientes. Es probable que estos avances se adopten a un ritmo variable en toda América Latina, dependiendo de características demográficas como la naturaleza del sector, el tipo de institución y el nivel de sofisticación. El acceso y la equidad de los cuidados de la salud siguen siendo ideales que la IA puede tratar de abordar, pero sólo de la mano de logros lucrativos.
    • > Fuerzas demográficas. La imparable fuerza de la demografía desempeñará un papel central en determinar la demanda de servicios sanitarios durante los próximos diez años. Desde la epidemia de obesidad hasta el envejecimiento de la población, las soluciones sanitarias más innovadoras vendrán de proveedores privados.
    • > Influencias mundiales cambiantes. Factores mundiales como las tensiones del G2, los conflictos armados y el malestar social seguirán configurando el contexto sociopolítico. A medida que el mundo se enfrenta a nuevos retos sanitarios, las perspectivas de la salud en 2024 reflejan un panorama dinámico marcado por la innovación, la inclusión y el compromiso de mejorar la salud general de la población.

Vuelta a la normalidad

A nivel empresarial, 2023 será recordado como el “regreso a los fundamentos”, ya que las empresas reajustaron sus operaciones y trataron de normalizar sus actividades tras la crisis COVID y las masivas medidas de estímulo fiscal y monetario que le siguieron. El aumento de los costos financieros se convirtió en una carga tanto para las empresas médicas en fase inicial como para los balances generales. Esto afectó a la capacidad de gastar en una mayor expansión en el mercado y de regularizar la actividad de fusiones y adquisiciones.

El “bono COVID” llegó a su fin cuando los fabricantes de equipos de protección individual (EPI), los fabricantes de vacunas pandémicas y los proveedores de telesalud experimentaron una rápida ralentización de sus actividades. Esperamos ver una continua normalización del crecimiento en 2024 y en 2025, con una mejora general de los balances. El comportamiento de los precios de las materias primas podría ser dispar, pero en general favorable para la región.

(Este artículo es parte de un post más amplio, que podrá encontrar en la web de GHI. Publicado con permiso de los autores).